Cuando comencé a trabajar en desarrollo web y edición de video, me di cuenta de que el rendimiento de mi PC influía
directamente en mi productividad. Proyectos que tardaban minutos en compilar, previsualizaciones lentas en el editor
de video y sobrecalentamientos constantes me hicieron pensar: "Necesito optimizar mi equipo".
En este artículo te cuento los cambios que realicé en mi PC, los resultados obtenidos y algunos consejos prácticos
para que tú también mejores el rendimiento de la tuya. Escritorio optimizado1. Evaluando el punto de partida
Antes de hacer mejoras, analicé mi configuración inicial:
Procesador: AMD Ryzen 5 2400G.
Memoria RAM: 32GB DDR4.
Tarjeta de video: MSI GTX 1660 Ti.
Almacenamiento: M.2 SATA de 250GB.
Placa base: ASUS Prime B350M-A.
Fuente: EVGA 80 Plus de 500W.
El problema principal no era la potencia bruta, sino la temperatura y la gestión térmica,
especialmente en la GPU. y tambien del cpu, ¡claro!2. Mejoras físicas que marcaron la diferencia
a) Cambio de pasta térmica y mantenimiento interno
Después de notar sobrecalentamientos, cambié la pasta térmica del procesador y la tarjeta gráfica. Utilicé
Arctic MX-4, que ayudó a reducir las temperaturas y mantener un rendimiento más estable.
b) Sustitución de gabinete y ventilación optimizada
Mi tarjeta gráfica apenas entraba en el gabinete anterior, lo que limitaba el flujo de aire. Con un nuevo gabinete
y 6 ventiladores bien ubicados, logré bajar varios grados tanto en idle como en carga.
c) Limpieza regular
Aprendí que el polvo es enemigo del rendimiento. Ahora realizo limpiezas cada 2-3 meses para evitar acumulación en
los disipadores y ventiladores. Mucha ventilación3. Mejoras de software y configuración
Drivers actualizados: mantener la GPU y chipset al día evita problemas de compatibilidad y
mejora el rendimiento.
Optimización de arranque: desactivé programas innecesarios al inicio para liberar recursos.
Configuración del editor de video: ajusté la memoria asignada y el uso de GPU para aprovechar
mejor el hardware.
Controla temperaturas con software como HWMonitor o MSI Afterburner.
Invierte en buena ventilación: un flujo de aire adecuado es clave.
Usa almacenamiento rápido (M.2 NVMe o SSD).
Mantén tu equipo limpio por dentro y por fuera.
Configura bien tu software para que aproveche el hardware disponible.
En conclusión: Optimizar mi PC no solo mejoró mi rendimiento en desarrollo y
edición de video, sino que también alargó la vida útil de mi hardware. A veces no se trata de comprar un equipo
nuevo, sino de sacarle el máximo provecho al que ya tienes.